25.11.06

::Videología:: Let's Make Love and Listen to Death from Above - CSS

El nombre de este grupillo brasileño que sorprende al mundo entero, fue gracias a una frase, ya celebre a estas altura, de la conocida Beyoncé, "I'm tired of being sexy"...así tal cual...y con su traducción al portugués, Cansei de Ser Sexy (a.k.a. CSS) nos hace bailar con este contagioso Let's Make Love and Listen to Death from Above...disfruten...

Sonido Escocés Tercera Parte (Aleluya hermanos): Franz Ferdinand

Franz Ferdinand (2001 - Glasgow, Escocia)

Integrantes:
Alex Kapranos= Voz/Guitarra/Composición
Nick McCarthy= Guitarra/Composición
Bob Hardy= Bajo
Paul Thomson= Bateria

El archiduque Franz Ferdinand fue el heredero europeo asesinado en Sarajevo el 28 de Junio de 1914, a raíz de cuya muerte se desencadenó la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, el personaje ha resucitado para dar nombre a un cuarteto de Glasgow, cuyas inquietudes hacen honor a la alta cuna de la que procede. La capital de Escocia lleva muchos años aportando alegrías al panorama musical. Alex Kapranos –voz y guitarra- y Bob Hardy –bajo- empiezan a tocar juntos en 2001. A finales de año conocen a Nick McCarthy, que se agrega al dúo como batería. Poco después, la llegada de Paul Thomson completa la formación y aunque su plaza es de guitarrista, finalmente se hace cargo de las baquetas al tiempo que McCarthy se pasa a las 6 cuerdas.
En 2002 graban sus primeras canciones con la intención de lanzarlas por su cuenta, aunque pronto se interesa por ellos el sello Domino. Franz Ferdinand debutan con el EP ‘Darts of pleasure’ (2003), para atraer la atención de la crítica con cuatro temas cuyo regusto ochentero no lastra un contenido altamente excitante. Su valía se confirma con el álbum ‘Franz Ferdinand’ (2004), donde se aprecia una clara evolución ascendente de los hallazgos de su debut.
El grupo puede ubicarse en el mismo riel de revivalismo post-punk que desde hace un par de años cultivan bandas como Interpol y The Rapture. Está aquí el glam de Bowie y T-Rex, pero trabajado según los códigos de austeridad y neblina que enseñó Joy Division, Wire y los primeros Cure. Había algo marcial en esos grupos de delineador y noche, que aquí se repite en la marcha que sostiene, por ejemplo, "Jacqueline" o la estupenda "Take me out". Es preferible que el auditor se acomode a la idea de algo, digamos, precario: una batería que tarrea, una guitarra eléctrica que sube y baja con innecesaria rapidez, un bajo que no sabe de matices. Pero la mezcla puede ser irresistible cuando se tiene al frente un cantante de modos femeninos, dispuesto a una invitación tan ambivalente como la de "Michael": "Esto es lo que soy / Yo soy un hombre / Así es que ven y baila conmigo, Michael". No hay para qué extrañar a Suede. También el auditor últimamente interesado en The Strokes y White Stripes tiene acá una oferta que será de su evidente interés. Todos sabemos que, a excepción de Hendrix, los estadounidenses siempre quedan en deuda con la soltura erótica que delinea el mejor rocanrol. Franz Ferdinand lo tiene de sobra. Uno intuye que, aunque nunca lleguen a reconocerlo en público, a estos cuatro escoceses no les debe caer nada mal la música de Right Said Fred.
En el año 2005 llega el segundo LP de la banda, titulado 'You Could Have It So Much Better'. Este es el segundo disco de un grupo que hace apenas un año mereció con su álbum debut, Franz Ferdinand (2004), una unánime cantidad de loas mundiales suficiente como para haberse confundido o, en el mejor de los casos, relajado. Pero nada de eso llegó a nublar a Franz Ferdinand, que no se permiten un minuto de tiempo perdido en You could have it so much better: hicieron su trabajo rápido y lo hicieron bien.Estas canciones atacan de inmediato. El guitarrista Alex Kapranos siempre está cantando lo antes posible, en medio de ágiles guitarras y baterías que van al frente con un sonido seco y directo encima del auditor. "You’re the reason I’m leaving" es una canción de odio sin rodeos. "Do you want to" es una manifestación de autoestima como no se oía desde los Oasis más ganadores, y sea lo que sea que esté ofreciendo esa canción, la oferta es difícil de rechazar con un estribillo tan instantáneo e irresistible.El grupo escocés ya tiene cómo cultivar un estilo propio e inconfundible. Primero, sigue siendo rock de guitarras para bailar, con un baterista que, toque en estilos disco o new wave, consigue siempre ese objetivo. Luego, el dispositivo Franz Ferdinand de hacer dos canciones en una, cuya máxima expresión estaba el éxito de "Take me out" el año pasado, sigue en buena forma. Una y otra vez en este disco el grupo juega con su sorprendente caja de cambios, y cada vez Franz Ferdinand empiezan una canción y terminan otra distinta. Lo nuevo es que hay composiciones asombrosas, y en el vuelo que emprenden se nota que éste es un segundo disco. El dispositivo dos en uno se oye en una de ellas, "Walk away". Y otras dos enriquecen el sonido del grupo con un tono general más acústico, como en "Eleanor put your boots on", con guitarras acústicas y piano entre Kapranos y Nick McCarthy. "¿Listo, Nick?", pregunta Kapranos guitarra en mano antes de empezar. "Yeah", dice McCarthy desde el piano. Listo. Franz Ferdinand acaban de volver con la madurez propia de un segundo disco, pero con la urgencia intacta del mejor estreno.
A principios de año, tuvimos la posibilidad de tenerlos en dos presentaciones, la primera como teloneros de U2 en Santiago, y la segunda como parte de la parrila de último momento en el Festival de Viña del Mar. Además el 2006 participó en el disco homenaje a Serge Gainsbourg, en compañía de Jane Birkin, interpretando la canción A Song for Sorry Angel.